Tristes o alegres, los resultados que
obtenemos en la vida dependen en gran medida de cómo aprendemos a arreglar los
problemas, y la preparación individual completa requiere tambiénque estudiemos
las mejores maneras de relacionarnos con los demás, en especial cuando surgen
conflictos entre personas. Las actitudes
que adoptemos ante ellos y las habilidades que demostremos son críticas para
seguir nuestro camino con satisfacción y nos apartemos de nuestras más
apreciadas metas.
Aprender a manejar mejor los conflictos
requiere de separar las emociones irracionales, detectar las necesidades de los
demás, tolerar las diferencias con respeto, saber escuchar, reaccionar con
creatividad e imaginación constructiva.
Requiere el deseo de encontrar un mejor reacomodo para el futuro de
nuestras relaciones.
Un conflicto no debe simplemente
resolverse. Si se le estudia y se le
conceden las mejores opciones, se encontrará una hermosa disolución para él.
Vivir, experimentar conflictos, es parte
natural e indispensable de la vida.
Es irreal esperar que nunca ocurran o adoptar
la actitud de queja continua por su aparición; más bien conviene aceptar su
exitencia y poner un esfuerzo es comprender cómo y por qué se originan y
aprender a reaccionar de la mejor forma.
Conviene utilizar toda nuestra capacidad y creatividad.
Si para ti conflicto automáticamente
significa algo que implique sufrimiento, no estarás en las mejores condiciones
para resolverlo. Tener una actitud
constructiva, es, entonces, de importancia fundamental en tu eficacia en su
manejo.
¿Por
qué se originan los conflictos y cómo se responde a ellos?
El ser humano es la criatura vivía en cuyo
comportamiento inciden más variables simultáneamente. Su conducta se debe a múltiples factores; pr
ello, es imposible que dos personas tengan exactamente los mismos deseos,
necesidades y percepciones.
Las
emociones como obstáculo a la solución de conflictos
Las emociones juegan un papel fundamental
como indicadores de sobrevivencia y nos permiten cubrir necesidades humanas de
las más extensa variedad, avisándonos hacia dónde movilizarnos para responder a
amenazas, peligro, hambre, sed, etc.
Pero cuando este sistema de señales es
bombardeado por estímulos y problemas reales o imaginarios, es natural que se
desborde y comience a dar señales equivocadas, restándonos gran parte de la
capacidad de actuar de manera competente y satisfacer lo que queremos en
realidad, viviendo en estado de alerta o con una sutil ansiedad, percibiendo en
forma pesimista una realidad, promoviendo interpretaciones irracionales de la
misma.
Los conflictos se generan por necesidades no
satisfechas, descubre cuáles son éstas.
F
Es
preciso identificar y satisfacer las necesidades que subyacen en los problemas,
como telón de fondo de las manifestaciones de nuestra conducta abierta.
F
Poner
las cartas sobre la mesa y estar dispuesto a definir con claridad las propias
necesidades.
F
Si
tus necesidades o metas son valiosas, recuerda que es conveniente defenderlas
con afirmación.
F
El
temor a lastimar, cuando es irracional, puede llevarte en forma definitiva a
herirte a ti mismo, a la otra persona y a la relación en formas más duraderas y
difíciles de sanar.
F
Comunícate,
aclara y define el problema lo mejor que puedas
F
La
comunicación puede ser parte de los conflictos que intentan resolverse. En ocasiones no somos precisos al enviar los
mensajes; en otras, no se nos escucha de manera adecuada.
F
La
comunicación eficaz para el manejo de conflictos requiere un contexto que
facilite, lograr una atmósfera adecuada, buscar un momento propio, sin
distracciones, concentrarse en el problema.
F
Escuchar
de manera activa quiere decir usar los comportamientos no verbales para mostrar
que escuchas y entiendes.
F
Resumir.
F
Aclarar.
F
Ser
incondicionalmente constructivo.
F
Tomar
los elementos constructivos del conflicto y fortalecerlos, eliminando toda
actividad que separe o debilite la relación.
F
Trabajar
con los demás, en lugar de aplastarlos u obligarlos a perder.
F
Comprometerte
a ver cómo sí pueden funcionar las cosas.
F
Comprometerse
con planteamientos honestos, congruentes entre dichos y hechos.
F
Asumir
la responsabilidad por sus actos.
F
Tomar
los elementos sin definir identidades ni poner etiquetas negativas.
F
Dejar
la puerta abierta siempre a encontrar posibles soluciones posteriores.
F
Preguntarte
si lo que haces es bueno para ti, para la otra persona y para la relación.
F
Balancear
razón con emoción.
F
Abandonar
el estilo coercitivo y enfatizar la persuasión.
F
Tener
autoestima y aceptar sin juzgar a la otra persona.
F
Mantener
todos los puntos anteriores, aunque no se obtenga lo mismo de la otra persona.
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Definir
las reglas del juego al inicio de la negociación.
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Es
conveniente poner reglas cuando las emociones están en un nivel alto.
F
Es
conveniente definir reglas cuando no se tiene experiencia. Ejemplos: No interrumpir, respetar tiempo razonable, prohibir la ironía,
no comparar, no usar la palabra hubieras,…
Generar
alternativas constructivas
F
Es
indispensable concentrarse de manera exclusiva en un proceso creativo, sin
juicios que califiquen o descalifiquen de inmediato.
F
Lluvia
de ideas.
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Muchas
veces, las mejores decisiones nacen en los momentos de máxima calidad de
encuentro y reflexión contigo mismo.
Conclusiones
Ante un conflicto
F
Podemos
elegir
F
Podemos
asumir el control
F
Tenemos
la opción de cooperar y actuar en formas positivas.
Podemos logar resultados realmente
constructivos si:
F
Lo
entendemos y expandimos nuestra concienai de él
F
Buscamos
diversas alternativas
F
Somos
incondicionalmente constructivos para generar cosas positivas.
Un conflicto bien resuelto:
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Ayuda
a fortalecer las relaciones humanas y a lavar la autoestima
F
Ayuda
a fortalecer tu sentido de control sobre las situaciones
F
Puede
ser una fuente muy rica en información para el aprendizaje.