La barba se compone de tres partes: bigote,
patillas, y barba propiamente dicha. Aunque las modas cambian para todas las
partes, quizá es la patilla la que se lleva la peor parte. El mundo de la moda
es radical: o las ama o las odia.
Si no eres un músico de rock alternativo sino
un hombre normal y corriente que tiene que ir cada día a la oficina, las
patillas son tu peor elección.
Vivimos en una sociedad donde los pelos nos
gustan poco. Todo lo que pueda sonar a salvaje y natural está fuera de lo
deseable.
Tal vez las patillas vuelvan a llevarse algún
día, tal vez. No hay que descartarlas. Ya estuvieron de moda en el siglo XIX y
en diversos momentos del XX, pero lo cierto es que a día de hoy no son moda.
Se puede conceder cierto margen a las
patillas cortas (las largas definitivamente no), sobre todo si eres un hombre
joven y se puede permitir dar el lujo de ir ligeramente informal. En este caso,
unas pequeñas patillas bien cuidadas
darán el toque justo de originalidad que se busca.
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