jueves, 23 de octubre de 2014

HOMBRES - TEMA: LOS PIES

Los pies del hombre sufren mucho ya que están encerrados, embutidos y cansados en sus zapatos toda la semana y necesitan un descanso que, no se les ofrece. La sensación de fatiga que experimenta después de un día de trabajo es, muchas veces, debido a factores que no se controlan. Primero, el estrés. Seguidamente, la pesadez de piernas que reclaman el calzado cómodo.

Los pies del hombre también merecen cuidarse: por lo que Ud. deberá:

Cuidado de las uñas
Las uñas deben cortarse cuadradas sin separar los bordes. Tenga el cuidado de cortarse las uñas, en cuadrado, sin olvidar los bordes: el dedo apretado en el zapato puede dificultar el crecimiento y provocar uñero. Límelas para suavizar la zona cortada y darle forma. Sumerja sus pies en el recipiente de agua caliente y déjelos unos 10 minutos. Retire un pie, séquelo y aplíquele el líquido emoliente alrededor de la uña. Con un palito de naranjo, separe y elimina las pieles que cubren la raíz de la uña. Realice lo mismo con el otro pie. Posteriormente, pase la piedra pómez, sin tocar las uñas, por las zonas de piel más gruesa. Efectúe la exfoliación, frotando el pie con las dos manos, vigorosamente y en todos los sentidos, insistiendo sobre todo en la planta del pie: es preciso para suavizarlos al máximo. Realice un buen baño de pies con sal gruesa cada vez que pueda sobre todo antes de dormir o cuando sus pies estén transpirados.



Masajearse los Pies
Colóquelos pies encima de un taburete frente a un sillón, con las piernas estiradas. Sitúe debajo un cojín cubierto con una toalla suave. Inicie masajeando cada dedo de abajo a arriba aplicándole un movimiento de flexión. Suavice su pie con las dos manos, primero una después la otra, por la zona superior del pie y posteriormente deslícela por encima y por debajo del pie, siempre en sentido dedos/tobillo. Oprima el pie con las los dos pulgares juntos encima del pie, y los otros dedos sobre el arco plantar. Realice presiones bastante profundas remontando hacia el tobillo. Vuelva a los dedos estirándolos y realizando en ellos un pequeño tecleo por encima y debajo. Practique dos rotaciones en ambos sentidos. Empiece de nuevo el aislamiento del pie oprimiéndolo con las manos, apoyándose bien fuerte sobre la base del pie. Sujete su talón con la mano derecha y presione con ella fuertemente durante unos minutos. Con el puño derecho, alise el pie apoyándose lo más fuerte posible sobre la planta, desde los dedos al talón. Finalice con un alisamiento abrazándolo con las manos, pero esta vez suba hasta las rodillas presionando fuerte. Introduzca sus pies en el recipiente de agua fría, para despejarse un poco. Unos pies bien cuidados le evitarán los uñeros y los olores desagradables que se producen cuando se quita los zapatos.

Andar Descalzo
Realice esta práctica cada que pueda. Es una buena fórmula sobre todo en verano. Es la mejor relajación para todos los músculos de los pies y también de la pierna. Luego de salir del baño o la ducha, seque muy bien sus pies, especialmente entre los dedos, donde es frecuente que se desarrollen ciertas micosis, favorecidas por la humedad. Visite a un podólogo o callista al menos dos veces al año. No debe llevar demasiado tiempo los mismos zapatos.

Aplicación de Cremas
Habitualmente una leche corporal en los pies después de la ducha. Existen cremas hidratantes refrescantes especialmente para los pies. Evitará la callosidad y perfumará finamente sus pies. Use sólo calcetines de algodón. Puede llevarlos de lana cuando haga mucho frío, pero no de nylon.

Cambio de Calzado
Por lo menos, dos veces al día. Es preferible usar zapatos cerrados en la oficina, pero cuando llegue a casa puede usar unos zapatos más cómodos, que sean abiertos, como los franciscanos o zapatos de dormir, para que los pies puedan respirar. No lleves dos días seguidos los mismos zapatos, porque sus pies sufren. Use, compre zapatos de buena calidad y jamás de suela sintética. La suela sintética hará transpirar y calentará demasiado el pie. Y si Ud. vive en la montaña o visita la montaña cada fin de semana, sus pies están encerrados y oprimidos en los zapatos de montaña, y sufren si no los cuida. Utilice varios tipos de zapatos y cámbiese de zapatos y calcetines durante el día. En cambio sus pulmones están bien aireados. Compre talco antitranspirante que mantendrá sus pies más tiempo seco. Deposite talco entre los dedos: evitará las irritaciones. Después de una larga caminata, tome un baño de pies caliente, al que añadirá una cucharada de sal gruesa. Enjuáguelos con agua fría, séquelos bien y, si puede, ande descalzo durante unas horas.

Exceso de transpiración
Sumergir sus pies sucesivamente en un baño caliente y en otro frío para tonificarlos. En seguida, friccione sus pies, sobre todo entre los dedos, con un algodón embebido en alcohol alcanforado que los refrescará, perfumándolos y secándolos. Aplíquese una crema: para los que traspiran, existen cremas antitranspirante o polvos secantes. Ha de saber que puede comprar tónicos elaborados con aceites esenciales que regularizan las glándulas sudoríparas, utilízalos 5 días al mes. Cada mañana, friccione sus pies con alcohol alcanforado y aplícate una crema. Cuando compre zapatos, elíjalos de preferencia de piel, porque esta clase de zapato no dificulta la circulación sanguínea del pie. Si sufre de las piernas: repita cada noche los ejercicios de descontracción del pie y, para que sean más efectivos, realícelos estirando sobre su espalda con las piernas al aire.


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